Llegas y ves que te esperaba en la Terminal. Guardas silencio, te quedas inmóvil, no te atreves a alzar los ojos. Entonces ella se acerca y dice: “Es inútil”.
No se equivoca la inmortal, la insaciable, la imbatible. Contra Ella nada logran ni el mayor poder ni la belleza perfecta ni la más aguda inteligencia. No la vence el terror, no la desalienta la autocrítica, no la derrota el ingenio ni la desarma la humildad.
Sagrada Objeción, no se puede contigo. Reinas en este mundo y los otros. Omnipresente y todopoderosa, no dejas columna en pie ni estatua con cabeza. Nadie jamás detendrá tu victoria.