Jenny Offill

Departamento de especulaciones

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Los estudios de diagnóstico por imágenes han demostrado que el dolor resultante de una ruptura amorosa no es únicamente emocional. Las mismas áreas que procesan las agresiones físicas se iluminan en el cerebro de las personas que han sido abandonadas.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Voy a dejarte, amor mío. Ya me estoy yendo. Mientras hablas, ya te miro como si estuviera a gran altura. El tacto de tu mano en la mía, o de tus labios sobre los míos, ya se está volviendo extraño. Está decidido.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    La evolución nos diseñó para que gritásemos si nos veíamos abandonados, para que hiciéramos todo el ruido posible y que la tribu volviera a rescatarnos.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Los estudios demuestran que el ciento diez por ciento de los hombres que dejan a su mujer por otra aseguran que su esposa está loca.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Kummerspeck. Literalmente, «el tocino del dolor».
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Tengo un becario. Toda mi vida me parece ahora un único momento feliz.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    He aquí otra demostración de lo admirable que es. Si descubre que algo está roto, en seguida se propone arreglarlo. No se dedica a quejarse de lo insoportable que es que las cosas se rompan y que no haya forma humana de imponerse a la puta entropía.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Pero entonces, ¿cómo es posible que se haya casado conmigo? Porque yo odio mucho y con gran facilidad. Odio, por ejemplo, a los que se sientan con las piernas separadas. A los que dicen que rinden al ciento diez por ciento. A la gente que se define como «desahogada» cuando en realidad es vergonzosamente rica.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Todos nacíamos irradiando luz, pero esa luz se iba extinguiendo poco a poco (si uno tenía suerte) o de forma abrupta (si no la tenía). Las personas más carismáticas —los poetas, los místicos, los exploradores— eran como eran porque habían logrado conservar, a saber cómo, una pequeña parte de esa luz que estaba condenada a desaparecer. Pero lo más horroroso de todo —y lo más insoportable, a nuestro parecer— era que el orden natural establecía que la luz se extinguiera. A veces, cuando uno tenía veinte años, aguantaba un poco; después, a los treinta, asomaba un leve destello por aquí o por allá; y luego los ojos se oscurecían casi siempre.
  • Mariana Nomáscompartió una citahace 3 años
    Los budistas dicen que hay ciento veintiún estados de conciencia. Y entre estos, solo tres están relacionados con la desgracia y la tristeza. Pero la mayoría de nosotros nos pasamos la vida yendo y viniendo de uno a otro de esos tres estados.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)