Ruth ha tenido una idea: fundar un club de arte para los alumnos que no parecen encajar en ningún sitio. El único problema es que son esos chicos los que se muestran menos dispuestos a cooperar, y es que cada uno de ellos está librando su propia batalla contra el mundo.
Ryan, Cloe, Jian, Melania, Iván y Helena tendrán que olvidar sus diferencias para sacar adelante el musical que podría conducirlos al estrellato. Pero las cosas no siempre son fáciles y, junto a su profesora, deben enfrentarse a los prejuicios del resto… y a veces también a sí mismos.
En el club de los miércoles está prohibido rendirse.