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Libros
Elaine Vilar Madruga

El cielo de la selva

La selva marca la pauta: las mujeres deben parir y criar a sus hijos para volverlos el alimento de la selva. Y la selva es “un dios hambriento como todos los dioses del mundo”. Quienes viven en las inmediaciones de ese ente insondable, aceptan le pacto: el tributo es el costo de sobrevivir. Elaine Vilar evoca a Medea para plantear un universo implacable en el que las mujeres pueden dar vida, pero el mundo externo las devora. ¿Acaso la naturaleza tiene una noción de justicia? Esta magnífica obra es una alegoría sobre eso y sobre la maternidad y los cuerpos de la mujer. También lo es sobre los ritos y la cosmogonía selvática. Terror polifónico, una escritura salvaje que esconde la puerta indetectable del miedo. Cada paso, cada pisada, se escucha en este libro. Y hay tantas selvas como miedos.
260 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2024
Año de publicación
2024
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Opiniones

  • Carolinacompartió su opiniónhace 3 meses
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    🎯Justo en el blanco
    🚀Adictivo

    Que increíble novela, macabra, cruel, bellamente grotesca como lo es la vida aquí representada por la selva y como destruye a la mujer desde que es madre y engendra a su hija, me encantó!

  • Cleo Letrascompartió su opiniónhace 2 meses
    🚀Adictivo

    La selva es la madre tenebrosa y un dios mezquino, escrito desde esa metáfora, es un terror latinoamericano. Magistral.

  • Sandracompartió su opiniónhace 8 días
    👍Me gustó
    💀Espeluznante

Citas

  • Antolina Castillo Ramírezcompartió una citahace 21 horas
    La pobreza here-dada de generación en generación, más tenaz que la muerte, porque era vivir como muertos en vida, sin esperanza de un antes o un después. Cuando había pan era del hijo. Si había arroz era del hijo. Para la madre nada. Las madres nada merecen tener y ella se había cansado de eso, del hijo y de su peso, de su pobreza heredada, de ser mujer y del derecho al hambre que no le permitían sentir.
  • Beckcompartió una citahace 4 días
    Los cuartos de los niños eran ataúdes en pausa.
  • Beckcompartió una citahace 4 días
    no iba a doler si uno era bueno, siempre lo ha dicho.

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