El país donde florece el limonero

La abuela de Giovanni Maria Farina provenía de una larga tradición de fabricantes de perfume y cuando Giovanni Maria cumplió catorce años ella ya se había percatado de que su nieto dividía «a la gente entre los que huelen bien y los que huelen mal. La vida no le resultará fácil, pero su nariz es tan rápida como su mente».

El primero de los valiosos y únicos frutos de la región es la bergamota (Citrus bergamia), el producto de una polinización cruzada entre un limonero y un naranjo amargo que se produjo en Calabria a mediados del siglo XVII.

Aquí hibernan más de quinientos árboles, uno o dos de ellos tan grandes que sus copas tocan el techo. Ya habrá unos cuantos espacios cubiertos de hojas, pero el traslado tarda semanas en completarse.

El aceite esencial de los naranjos amargos comenzó a ser conocido como neroli a finales del siglo XVII y debe su nombre a Anna María de la Trémoïlle, princesa de Nerola.

chupones, o nuevos brotes que provienen directamente del patrón, también deben ser eliminados durante la poda. En Sicilia a los chupones se les llama bacchettoni, y me han dicho que es una palabra que se podría utilizar también para describir al novio de tu hermana si fuera alto y guapo pero carente de cualquier otra virtud.

Miki recuerda una época, hace casi cuarenta años, en que una única hectárea de naranjos sanguinos sicilianos alcanzaba el mismo precio astronómico que una hectárea de tierra en los viñedos toscanos que producen Brunello di Montalcino, uno de los vinos más preciados de Italia.

Mientras cenábamos pregunté a Barbera cuál era su pronóstico sobre el futuro de los cítricos de Sicilia: «Volverán a ser plantas de jardín ornamentales, igual que cuando los árabes los trajeron por primera vez», me respondió.

unía un ansia de dinero y poder y se juntaron por primera vez entre los limoneros de la Conca d’Oro para constituir una organización que pronto sería conocida como la mafia, palabra derivada del adjetivo mafioso, que significa ‘valiente’ o ‘guapo’ en el dialecto de Palermo.

embargo, si abandonamos via Maqueda y caminamos hacia el este en dirección al mar, pronto nos encontraremos en La Kalsa

Los cítricos eran un tema especialmente difícil para la taxonomía, porque cada zona de Italia que cultivaba cítricos poseía sus propias variedades e inventaba sus propios nombres.