por lo tanto, van tramando en el montaje respuestas a las preguntas por el lugar de América Latina y el arte latinoamericano, con sus propios modos de figurar el mundo en cartografías imaginarias, registrar nuevas experiencias psicogeográficas en las ciudades, abrirse a redes de relaciones flexibles o clausurarse en esferas incomunicadas, revelar supervivencias en la historia del arte, repensar la identidad, el territorio, las raíces, la lengua y la patria