The Court of Dreams

A Vow Of Hate – Lylah James

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  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    mi cuerpo sobre el de ella, frotando mi eje contra sus húmedos pliegues. Su espalda se arqueó y curvé un brazo alrededor de sus caderas, manteniéndola quieta antes de empujar hacia adentro, con un empujón enérgico, me encajé profundamente dentro de ella. No fui gentil, como había prometido, pero ella me tomó por completo, estirándose alrededor de mi gruesa erección.

    Julianna dejó escapar un grito ahogado y su cuerpo sufrió un espasmo, su coño apretándose alrededor de mi polla, prácticamente estrangulándola.

    —Joder —siseé. Estaba tan apretada como un puño y su núcleo palpitaba alrededor de mi longitud.

    Mi corazón dio un vuelco.

    Sus dedos arañaron las sábanas, su espalda se arqueó contra mi ingle.

    —Killian — jadeó, casi con dolor.

    —Te lo dije —mi pecho se sacudió con un gruñido áspero—. no seré gentil. Te lastimaré. Te destrozare. Te poseeré.

    —Cállate y fóllame —siseó Julianna.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    Siéntate, Julianna. Descubre el resto de tu virtud y enséñame cómo te tocas.

    —¿Qué? —suspiró.

    —¿Cómo te tocas por la noche, esposa? —Me recosté contra la mesa, cruzando los tobillos—. Muéstrame.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    Arqueé una ceja mientras desabotonaba mi camisa de vestir negra. Su mirada se detuvo sobre mi piel expuesta antes de que lentamente se bajara las bragas y dejó caer la fina tela junto a sus pies. Su sostén pronto siguió hasta que estuvo desnuda a mis ojos, a excepción de la máscara.

    Sus senos estaban hinchados y pesados, sus pezones se fruncieron con fuerza en el aire frío. ¿O era por la anticipación?

    Su mano se movió poco a poco entre sus muslos y se estremeció. Ya estaba duro como una roca, mi polla empujaba contra mis pantalones de una manera muy obvia. Su mirada se dirigió allí por un segundo antes de jadear y apartar la mirada.

    Mis labios se curvaron mientras todo su cuerpo se sonrojaba.

    —Engancha tu rodilla izquierda sobre el apoyabrazos y extiéndete para mí, esposa. Quiero que profundices en tus deseos más profundos y me muestres a la mujer detrás de la fachada elegante y formal, los vestidos caros y las joyerías.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    Su pecho se agitó con un suspiro estremecedor, antes de hacer lo que le dije Su vestido se amontonó a sus pies descalzos hasta que estuvo parada frente a mí en sólo su sujetador de seda y bragas.

    Algo se retorció en mi estómago y mi pene se movió en mis pantalones, endureciéndose al ver a mi esposa, parada frente a mí, ofreciéndose a mí.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    endurecido. Un suave gemido me abandonó y me mordí el labio, conteniendo el gemido que amenazaba con escapar de mi garganta.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    teando entre mis muslos y por la rajadura de mi trasero.

    Mi respiración se detuvo cuando sus dedos rozaron mi centro. Santa mierda. ¡Oh Dios! Con exquisita ternura, separó mis pliegues húmedos, su pulgar rozó mi nudo en‍
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    Killian arrastró su dedo índice sobre mi raja húmeda a través de mis bragas. Mi corazón martilleaba ante la deliciosa sensación que recorría mi cuerpo. Con cuidado, tiró de mis bragas hacia un lado y el aire fresco flotó sobre mi carne febril, la humedad goteando entre mis muslos y por la rajadura de mi trasero.
  • Alma Olivarescompartió una citahace 6 meses
    Dejé escapar un jadeo apenas audible cuando Killian alcanzó mis bragas de satén. Mi vientre se llenó de calor y mi núcleo se tensó, sintiéndome de repente tan vacía. ¿Cuándo fue la última vez que disfruté de mi propio placer y llegué al orgasmo? No pude recordar...
  • Lilian Scarleth Gordoa torrescompartió una citael año pasado
    —Date la vuelta —ordenó Killian.

    —No recibo órdenes tuyas —suspiré.

    Mi corazón tartamudeó cuando sus dedos rozaron mi codo. —Tal vez deberías callarte y hacer lo que te dicen, esposa.
  • Lilian Scarleth Gordoa torrescompartió una citael año pasado
    Esta era mi forma de buscar... la salvación. —Acepto —repetí las palabras anteriores de Killian.

    —...Hasta que la muerte nos separe.

    Mis ojos se cerraron. —Hasta que la muerte nos separe.
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