pareja evoluciona con los años como lo hacen quienes la componen. No sólo en los gustos, aficiones y preferencias, sino en una suerte de configuración compleja de lo que somos y a lo que aspiramos. Dado que una relación debe considerarse un ente vivo en continuo movimiento, es sostenible que la pareja en sí, y cada uno en particular, se vaya amoldando y ajustando en la transformación de sus miembros.