una metáfora edilicia de nuestra España: nobleza decrépita, canibalismo nacionalista y escondidos monumentos al vicio, un día alabados y otro expoliados y comidos por los gusanos.
Juan Carlos Francocompartió una citael mes pasado
el animal forma ya parte de él. Y uno no emprende batalla contra sí mismo. Porque «a la mente hay que escucharla, hijo mío, no mutilarla».
Juan Carlos Francocompartió una citael mes pasado
Uno no espera muestras de desapego del protagonista de su pesadilla.