La única manera que Logan tenía de conservar su casa era un frío matrimonio de conveniencia. Y lo peor era que la novia tenía que ser Nicole Carrington, la hija de la mujer que había destrozado a su familia seduciendo a su padre.
Aquella adolescente se había convertido en una hermosa mujer capaz de volver loco a un hombre. Nicole estaba dispuesta a casarse si el matrimonio era solo de palabra, pero la poderosa pasión que sintió Logan la primera vez que probó sus labios, le advirtió que acababa de encender un fuego que ni siquiera un matrimonio de verdad podría sofocar.