Estados nerviosos

idea de la democracia de masas con la que estamos familiarizados es esa en la que la mayoría de la gente se contenta con quedarse en casa y dejar que alguien hable en su nombre: un representante electo, un juez, un crítico profesional, un experto o un co

perspectivas neutrales flaquean y los sentimientos pesan más.

Desde principios de los años 2000, las redes sociales han añadido a este sistema (y en cierto modo se lo han apropiado) un estilo de comunicación «de varios emisores a varios receptores» en el que la información se mueve como un virus por una red, de un modo mucho más errático.

informando a públicos y lectores específicos.

nueva era de muchedumbres se ve agudizada por el crecimiento de las redes sociales y su influencia cada vez mayor. Desde el siglo XVIII, los periódicos y editores de noticias han proporcionado una forma de comunicación «de un emisor a varios receptores», in

estos mítines tenían efectivamente un efecto positivo en el comportamiento electoral en las zonas aledañas al lugar de su celebración.

tamaño de las manifestaciones despierta diversas emociones tanto entre sus partidarios como en sus detractores: euforia, desdén, empatía, desinformación, esperanza y rencor.

sentimientos en la sociedad hoy en día, necesitamos mejorar a la hora de escucharlos y aprender de ellos.

Más que desestimar la influencia de los

expertos, arguyendo que son neutrales y no entran en liza, hemos empezado a depender de servicios que son rápidos, pero cuyo crédito entre el público es un tanto turbio.