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Libros
Inés Mendoza

Objetos frágiles

  • Denise E. Ocaranza Ordóñezcompartió una citahace 3 años
    cierto es que ya desde antes de irme a vivir con Mario yo había hecho más o menos lo que cualquier libertino desde que el mundo es mundo.
  • Zhenya Chaikacompartió una citahace 3 años
    Yo canto a voz en cuello
    para hacer descarrilar los trenes
  • Zhenya Chaikacompartió una citahace 3 años
    tiembla la sorda embestida de lo real.
  • Denise E. Ocaranza Ordóñezcompartió una citahace 3 años
    que estamos solos, sí, pero quizá no necesitemos ninguna otra cosa más allá de la muerte, quizá no nos haga falta nada más aparte de la tierra misma y el alivio inseguro del aire
  • Denise E. Ocaranza Ordóñezcompartió una citahace 3 años
    Si metes los dedos en un agujero tibio y se enciende algo que casi es vivir,
  • Denise E. Ocaranza Ordóñezcompartió una citahace 3 años
    Por eso lloré. Dios mío, cuánto lloré. Lloré cuarenta años de frío y de vértigo. Lloré como si aquella noche de viernes, en lugar de celebrar la publicación de mi segundo libro acabara de resucitar.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 4 años
    En el principio fueron nuestros tres sexos hinchados. El gemido con que Fran me había penetrado minutos antes mientras la lengua de Lía, estatuilla ancestral, pulía las paredes de mi culo. El líquido caliente que empapó mis pechos cuando ella desplegó sus caderas y se corrió sobre mí. Cómo nombrar el conjuro, la síntesis de sus pecas saladas, qué palabras dejarían constancia de nada en este siglo donde hasta las preguntas se agotan. Que la maldita civilización se derrumbe si el beso de una piel sigue siendo capaz de obrar el milagro de la resurrección. Si metes los dedos en un agujero tibio y se enciende algo que casi es vivir, o el calor de una boca aún puede revelar el misterio del origen, la verdad quebradiza del hombre: que estamos solos, sí, pero quizá no necesitemos ninguna otra cosa más allá de la muerte, quizá no nos haga falta nada más aparte de la tierra misma y el alivio inseguro del aire.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 4 años
    si el beso de una piel sigue siendo capaz de obrar el milagro de la resurrección.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 4 años
    Sé que mantas o sábanas o despertadores caían y caían en el parqué. Que alguien tosió cuando los tres nos reímos porque ni Lía ni yo dábamos con una postura cómoda para hacer la tijera. Sé también que nuestros jadeos se acoplaban como por hechizo a la respiración cada vez más agitada del dandi. Lía mi chamán, ave del vientre. Durante tres milenios sus dedos oficiaron dentro de mi coño, antes que el vino de su boca, después del arrullo de su lengua febril. Vacié la sal de sus pezones asombrada de mi propia sed. Luego todo fue descifrar cuánto gozaba ella si le lamía los alrededores del clítoris, cómo palpitaba mi coño cuando me frotaba con el suyo, beber el mosto de su vagina al ritmo del pene de Fran. Si el tiempo se hubiera detenido, nuestras sábanas en desorden habrían sido las velas de un barco, un vaivén con fragancia de mástiles y pájaros del horizonte, y quién sabe si hasta hubiéramos llegado a morir.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 4 años
    La roca profusa

    Ni la tersura de un pétalo ni el incontable sopor de cualquier duna. Nada de lo que mece, de lo que entibia. Tampoco eso: el símbolo, sino la selva de lo anónimo, el rumor descompuesto que a veces sube desde los pozos húmedos de la materia. Pero también la sombra, lo que huye, el tacto que se desliza con la sombra. Y las costas de los continentes: su violenta irregularidad.
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