The Never King

A todas las chicas que han tenido que crecer duro y rápido.

Las historias estaban mal contadas: Garfio nunca fue el villano.

Tiene que saber... que aquí no hay caballeros blancos.

Prometemos que no morderemos —dice Kas.

—Al menos, todavía no —añade Bash.

Tatuajes oscuros cubren sus manos.

Se oye el sonido de un encendedor que se abre con un clic, y luego el áspero giro de la rueda metálica. La llama se enciende y le ilumina la cara mientras quema la punta de un cigarrillo.

A todas las chicas que han tenido que crecer duro y rápido.

Me amaba ferozmente, pero su amor siempre dolía.

Fui una adulta antes de tener la oportunidad de ser una niña. Y siempre cuidé de mi madre. Nunca quise hacerlo. Sus interminables episodios, la inestabilidad, odiaba cada parte de ella.

—Soy más fuerte de lo que crees —le digo.

—Incluso el poderoso roble cree que es fuerte hasta que llega un hombre con un hacha para cortarlo.