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Clarice Lispector

La hora de la estrella

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  • Lau Camargocompartió una citahace 6 años
    Qué se puede hacer con la verdad de que todo el mundo esté un poco triste y un poco solo.
  • ecompartió una citahace 5 años
    ¿Por qué no caen las nubes, cuando todo cae?
  • Nat Morenocompartió una citahace 4 años
    Pero, al escribir, que se dé a las cosas su verdadero nombre. Cada cosa es una palabra. Y cuando no se la tiene, se la inventa.
  • Nat Morenocompartió una citahace 4 años
    pero no hay que olvidar que para escribir no-importa-qué mi material básico es la palabra.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    Si el lector posee algún dinero y una vida bien acomodada, saldrá de sí para ver a veces cómo es el otro. Si es pobre, no me estará leyendo porque leer es superfluo para quien tiene un ligero hambre permanente. Yo hago aquí el papel para ustedes de una válvula de escape de la vida aniquiladora de la burguesía de clase media. Sé que da miedo salir de uno mismo, pero todo lo que es nuevo asusta. Aunque la muchacha anónima de la historia sea tan antigua que podría ser una figura bíblica. Ella era subterránea y nunca había florecido. Miento: ella era hierba.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    ólo yo la veo encantadora. Sólo yo, su autor, la amo. Sufro por ella. Y sólo yo es que puedo decirle así: «¿qué es lo que me pedís llorando que yo no pueda darte cantando»? Esta muchacha no sabía que ella era lo que era, así como un cachorro no sabe que es cachorro. Por eso no se sentía infeliz. La única cosa que quería era vivir. No sabía para qué, no se lo preguntaba. Quién sabe, parecía creer que había una pequeña gloria en vivir. Ella pensaba que las personas están obligadas a ser felices. Entonces lo era. Antes de nacer ¿ella era una idea?
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    Vio entonces dos ojos enormes, redondos, saltones e interrogativos. Tenía una mirada como de quien tiene un ala herida y tal vez tenía disturbios en la tiroides. Ojos que preguntaban. ¿A quién interrogaba ella? ¿A Dios? Ella no pensaba en Dios, Dios no pensaba en ella. Dios es de quien consiga alcanzarlo. En la distracción aparece Dios. No hacía preguntas. Adivinaba que no hay respuestas.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    Ella era levemente como una idiota, sólo que no lo era. No sabía que era infeliz porque tenía fe. ¿En qué? En ustedes, aunque no es necesario creer en alguien o en alguna cosa. Con creer es suficiente. Esto le daba a veces un estado de gracia. Nunca había perdido la fe.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres. Escribo porque soy un desesperado y estoy cansado, no aguanto más la rutina de serme y si no fuese la sempiterna novedad de escribir, me moriría simbólicamente todos los días. Pero estoy preparado para salir discretamente por la puerta del fondo. Experimenté casi todo, incluso la pasión y su desesperación. Yo ahora sólo querría tener lo que hubiese sido y no fui.
  • Victor Avilés Velazquezcompartió una citahace 2 meses
    El hecho es que tengo en mis manos un destino y sin embargo no me siento con el poder de inventar libremente: sigo una oculta línea fatal.
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