La región que geográficamente comprende el territorio que ahora es México cuenta con una larga tradición y relación entre las culturas que la han habitado y sus plantas y animales nativos, de los cuales ha derivado
abundante mitología y sus consiguientes prácticas sagradas y rituales.
Larga y sinuosa es la historia del pulque (octli) y el agave pulquero, en tanto bebida embriagante originaria mexicana, pues ha pasado por diferentes fases socio históricas, desde los tiempos del México antiguo, durante la época colonial y la era moderna, en cada una de las cuales ha tenido diferentes tipos de recepción y apreciación. Y es que la embriaguez del pulque es especial, tanto por su proceso de producción (fermentación) como por sus efectos farmacológicos (soporíferos), los que envuelven sus orígenes y posterior consumo en una práctica mística y que han desarrollado toda una tradición en su nombre. Sea la etnohistoria una buena puerta para revisitar este objeto de culto que integra la magia de las bebidas embriagantes, la riqueza de la flora nativa y el estrecho vínculo que forman con las prácticas sociales, una buena ruta para reconocer al hombre y los caminos que éste ha trazado para explorar su mente y su experiencia.
