continuación vamos a comentar las nueve características que definen un buen liderazgo educativo: participativo, competente, orientado al aprendizaje, comprometido con el bienestar de sus alumnos, interesado en la incorporación de la tecnología, defensor de la equidad educativa, dinamizador de la cultura, implicado en el desarrollo profesional de los docentes e impulsor de redes y alianzas con otras escuelas e instituciones.