Las palabras se convierten en caricias y las lecturas compartidas continúan ofreciendo los estímulos emotivos y sensoriales que el niño tanto necesita y que implican el reconocimiento de la presencia del otro.
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palabras de su madre (o de su cuidador).
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el vínculo estético que pone en relación palabra e infancia.
Desde hace mucho tiempo se sabe que los bebés “maman” las
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hay cultura sin lengua, ni lengua sin poesía: la poesía está en el centro de ese patrimonio. “Cuando hay un esfuerzo por decir bien y no sólo por decir, hay un esfuerzo literario”,2 decía Marcel Mauss en su curso de etnografía.
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La ocupación preferida y más intensa del niño es el juego [...] toma muy en serio su juego, emplea en él grandes montos de afecto. Lo opuesto al juego no es la seriedad... sino la realidad efectiva.1
SIGMUND FREUD
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“El juego es el trabajo del niño”, dice René Château. Esa actividad global, universal, espontánea y voluntaria
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Preguntarse por qué juega el niño es preguntarse por qué es niño.
J. CHÂTEAU
La ocupación preferida y más intensa del niño es el juego [...] toma muy en serio su juego,