Más allá del excluyente espacio público oficial donde el pragmatismo generalizado mimetiza a todos los actores institucionales, sin importar sus pertenencias partidarias, enfocando más bien otros terrenos, donde actores sociales excluidos (pueblos, comunidades, colectivos, barrios, etc.) intervienen por sí mismos, ensayan formas de autoorganización y autonomía que resisten las dañinas consecuencias del orden social prevaleciente, además de intentar reconstituir las condiciones de existencia, preservar la vida amenazada e incluso rehacer el mundo, desde la perspectiva anticapitalista de hombres y mujeres que se sitúan abajo y a la izquierda.