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Tracy K. Smith

Vida en marte

  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    Lo suficientemente blanda para triturar entre sus dientes.
  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    ¿Qué
    Diría tu vida si pudiera hablar?
  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    Fue divertido ver mi casa
    Así –como si el tejado
    Hubiera sido levantado y robado
    Por alguien que juega a las muñecas.
  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    ¿De qué otra manera podríamos hacer las cosas tan mal,
    Como una historia hecha trizas y contada al revés?
  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    Cuando lo que los mantiene unidos no es exactamente el amor, y pienso
    Qué acertado lo que dice –qué fuerte puede llegar a ser la atracción, como si algo
    Superior a ti no te permitiese alejarte tan fácilmente–, y qué
    Pequeño y pesado te hace sentir, clavado allí girando sobre ti mismo.
  • Claudia Sandovalcompartió una citahace 2 meses
    Cuando nuestra risa rueda por el suelo
    Como perlas arrancadas del cuello de una chica,
  • Rafael Ramoscompartió una citael año pasado
    WHEN YOUR SMALL FORM TUMBLED INTO ME
    I lay sprawled like a big-game rug across the bed:

    Belly down, legs wishbone-wide. It was winter.

    Workaday. Your father swung his feet to the floor.

    The kids upstairs dragged something back and forth

    On shrieking wheels. I was empty, blown-through

    By whatever swells, swirling, and then breaks

    Night after night upon that room. You must have watched

    For what felt like forever, wanting to be

    What we passed back and forth between us like fire.

    Wanting weight, desiring desire, dying

    To descend into flesh, fault, the brief ecstasy of being.

    From what dream of world did you wriggle free?

    What soared—and what grieved—when you aimed your will

    At the yes of my body alive like that on the sheets?
  • Rafael Ramoscompartió una citael año pasado
    CUANDO TU PEQUEÑA FORMA DESCIENDIÓ HASTA MÍ
    Me tumbo como una alfombra de leopardo en la cama:

    Boca abajo, con las piernas abiertas. Era invierno.

    Día de trabajo. Tu padre posaba los pies en el suelo.

    Arriba, los niños arrastraban algo hacia delante y hacia atrás

    Haciendo chirriar las ruedas. Me quedé vacía, sacudida

    Por lo que se genera, como un torbellino, e irrumpe

    Todas las noches en esta habitación. Tú has debido ver

    Cómo me sentía siempre, buscando

    Lo que nos arrasó como un incendio.

    Necesitando el peso, deseando el deseo, muriendo

    Para descender hasta la carne, la culpa, el breve éxtasis de nuestra existencia.

    ¿De qué sueño del mundo te liberaste?

    ¿Qué se elevó –y qué dolió– cuando dirigiste tu voluntad

    Hasta el sí de mi cuerpo tan vivo entre las sábanas?
  • Rafael Ramoscompartió una citael año pasado
    Llevo dándome cabezazos todo el día contra los mismos seis versos,

    Partidos y reducidos a la nada como un trozo de lápiz

    Mordido y pulido, la pintura amarilla manchando mis dientes.

    Y en todo este tiempo un viento cálido ha estado llamando a mi puerta,

    Escupido por su boca y aterrizando de golpe en mi oído.

    Todo el día pasando a máquina esos seis versos y fracasando,

    Mientras él hace círculos derrapando por los bosques ocultos de mi mente con esa

    Voz suya de carretera sin asfaltar, levantando grava como un Buick sin control.

    Él me pregunta si debería seguir con ese ritmo, y lo que sea que haya

    Molestado a esos seis versos se esfuma como el agua en aceite caliente.

    Entra, Levon, con tus labios finísimos y esos ojitos de felicidad,
  • Rafael Ramoscompartió una citael año pasado
    CANCIÓN
    Pienso en tus manos hace tantos años

    Aprendiendo a usar el lápiz, o batallando

    Para abrochar el abrigo. Manos que escondiste en clase,

    Uñas que mordiste distraída. La desgarbada autoridad

    Con la que fluían por el aire cuando sabían

    Que conocías la respuesta. Pienso en ellas abiertas

    Por la noche, en los dedos disputando algo

    A tu nariz, o sepultados en la cueva de tu oreja.

    Todas las cosas que hicieron cautelosa y deliberadamente,

    Obedientes a los mas súbitos caprichos. Sus vergüenzas.

    Cómo se equivocaban. Aquello que no olvidarán con el tiempo.

    O ahora. Apoyadas sobre el volante, o rozando tus rodillas.

    Intento decidir qué sienten cuando se despiertan

    Y descubren que mi cuerpo está cerca. Antes de tocar.

    Soltando el sustento de nuestro íntimo baile.
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