Libros
Gustave Flaubert

Bibliomanía

  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    No se sabía a qué atribuir esa horrible calamidad; pues hay que atribuir la desdicha a otros, pero la dicha a sí mismo.
    En efecto, hay días tan nefastos en la vida, épocas tan funestas para los hombres que, no sabiendo a quién abrumar con sus maldiciones, uno clama al cielo. En las épocas desdichadas para los pueblos es cuando se cree en la fatalidad.
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    Transcurrieron algunos meses y ya no se oía hablar del librero Giácomo más que como de uno de esos hombres singulares y extraños de quienes la gente ríe en las calles porque no comprende sus pasiones y sus manías.
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    con esa risa feroz del niño que ríe de la tortura de la mariposa a la que le ha arrancado las alas.
    Se veía en un apartamento elevado unas llamas que quemaban algunas pilas de papeles. Giácomo tomó una escalera y la apoyó contra la pared ennegrecida y vacilante. La escalera temblaba bajo sus pasos; él subió corriendo hasta llegar a la ventana. ¡Maldición! No eran más que algunos viejos libros de librería sin valor ni mérito. ¿Qué hacer? Ya estaba dentro. Había que avanzar en medio de aquella atmósfera inflamada, o volver a descender por la escalera cuya madera empezaba a calentarse. ¡No! Avanzó.
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    , estaba ebrio de lo que había sentido; estaba cansado de la vida; estaba borracho de existencia.
    Aquel día era domingo: el pueblo se paseaba por las calles, conversando y cantando. El pobre monje escuchó las conversaciones y los cánticos; captó algunas briznas de frases, algunas palabras, algunos gritos; pero le parecía que siempre eran el mismo sonido y la misma voz; era un rumor vago, confuso, una borrasca extraña y ruidosa que zumbaba en su cerebro y lo abrumaba.
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    Ustedes saben bien que su amo es un loco, pero acaba de engañar a un imbécil. ¡Ese idiota vestido de fraile!
    —repitió, riendo—. ¡Cree que yo voy a ser Papa!
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    abundancia libros dorados, pantuflas bordadas, curiosidades chinas, una bata, un reloj de oro, un gato que duerme sobre su alfombra y dos o tres mujeres que le hacen leer sus versos, su prosa y sus cuentos y que le dicen: usted tiene ingenio, pero que sólo lo consideran un fatuo. Los modales de este caballero eran distinguidos.
  • Talia Garzacompartió una citahace 4 meses
    No, este hombre era un sabio, pero un sabio rico. Es decir, un hombre que, en París, escribe sobre una mesa de caoba, posee en
  • Mauricio Coronelcompartió una citahace 3 años
    España estaba ocupada en cosas más graves y más serias, pues un genio maligno parecía pesar sobre ella. Cada día, nuevos asesinatos y nuevos crímenes, y todo parecía venir de una mano invisible y oculta
  • Mauricio Coronelcompartió una citahace 3 años
    Esta pasión lo había absorbido por entero: apenas comía; no dormía ya; pero soñaba durante días y noches con su idea fija: los libros.
  • Mauricio Coronelcompartió una citahace 3 años
    Cocteau alguna vez dijo que “Victor Hugo era un loco que se creía Victor Hugo” y, parafraseándolo, podemos decir que Flaubert fue un maniaco que se inventó como maniaco.
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