Esperanza y sanidad

Señor, oro que quites toda la tristeza que siento y que hagas evaporar toda la depresión o la opresión que pesa sobre mí. Quiero experimentar tu gozo en mi alma en todo momento. Quiero experimentar la alegría de corazón que sé que tienes para mí. Gracias por llevar mi dolor para que yo no lo tenga que cargar. Ayúdame a experimentar tu paz que sobrepasa todo entendimiento

Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida.

SALMO 119.92-93

La oración nos acerca más a Dios, que es el lugar donde podemos encontrar una visión para nuestro futuro y entender mejor nuestro propósito.

Cuando estaba tratando de encontrar sanidad emocional en mi vida, la oración fue una gran parte de ese proceso. Y es porque cuando le oramos a Dios pasamos tiempo en su presencia. Y en su presencia encontramos sanidad para el dolor de nuestro pasado. Es allí donde aprendemos a pensar con claridad y a mantener una actitud correcta. Es allí donde aprendemos a hablar palabras que traen vida y no muerte a nuestras situaciones y relaciones. En su presencia aprendemos a hacer buenas decisiones para llegar a ser productivos y fructíferos

Cuando estaba tratando de encontrar sanidad emocional en mi vida, la oración fue una gran parte de ese proceso. Y es porque cuando le oramos a Dios pasamos tiempo en su presencia. Y en su presencia encontramos sanidad para el dolor de nuestro pasado. Es allí donde aprendemos a pensar con claridad y a mantener una actitud correcta. Es allí donde aprendemos a hablar palabras que traen vida y no muerte a nuestras situaciones y relaciones. En su presencia aprendemos a hacer buenas decisiones para llegar a ser productivos y fructíferos.

La sanidad emocional es vivir sin emociones negativas y tener paz en cuanto a quién es usted y hacia dónde va su vida.