Libros
José Luis Romero

Latinoamérica, las ciudades y las ideas

  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    Un conjunto de ridículos prejuicios pareció lo que algunos hijos llamaban la “moral victoriana” de sus padres.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    las viejas costumbres –las de los últimos treinta años– empezaron a parecer ridículas y cayeron condenadas como “prejuicios”.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    el poeta argentino Leopoldo Lugones proclamó la llegada de “la hora de la espada”.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    en tanto que los católicos procuraban oponerles una fuerza no revolucionaria a través de los primeros Círculos de Obreros Católicos que constituyeron siguiendo las enseñanzas de la encíclica Rerum Novarum.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    un célebre discurso en el que sostuvo una audaz consigna revolucionaria: “Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra”.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    Más que “democráticas”, esas posturas fueron consideradas “radicales”,
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    Esas “posturas democráticas” parecieron suicidas a algunos –que temían perder algo en el reparto– y prudentes a otros,
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    en la destreza para imponer la voluntad y los designios de cada uno en esa tremenda “lucha por la vida” que Darwin había descripto como esquema fundamental del comportamiento de los seres biológicos,
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    el tipo de poder de Juan Vicente Gómez en su libro Cesarismo democrático: “Si en todos los países y en todos los tiempos –decía– se ha comprobado que por encima de cuantos mecanismos institucionales se hallan hoy establecidos, existe siempre, como una necesidad fatal, el gendarme electivo o hereditario de ojo avizor, de mano dura, que por las vías de hecho inspira el temor y que por el temor mantiene la paz, es evidente que en casi todas estas naciones de Hispanoamérica, condenadas por causas complejas a una vida turbulenta, el caudillo ha constituido la única fuerza de conservación social, realizándose aun el fenómeno que los hombres de ciencia señalan en las primeras etapas de integración de las sociedades: los jefes no se eligen sino que se imponen”.
  • Manuel Robledocompartió una citahace 2 meses
    “La oligarquía –decía en un debate parlamentario en 1880–, esa de que tan seriamente se nos habla, vive en un país representativo parlamentario, que tiene sufragio universal o casi universal, donde todos los ciudadanos tienen igual derecho para ser admitidos al desempeño de todos los empleos públicos y en que la instrucción, aun la superior y profesional, es gratuita. Agréguese que no existen privilegios económicos ni desigualdades civiles en el derecho de propiedad y convendrán, mis honorables colegas, conmigo, en que un país con tales instituciones y con oligarquía es muy extraordinario; tan extraordinario que es verdaderamente inconcebible. Me temo mucho que los honorables diputados que nos dieron a conocer esta oligarquía hayan sufrido un ofuscamiento, que les ha impedido mirar bien, confundiendo así lo que es distinción e influencias sociales y políticas de muchos, nacidas de los servicios públicos, de la virtud, del saber, del talento, del trabajo, de la riqueza y aun de los antecedentes de familia, con una oligarquía. Oligarquías como esas son comunes y existen en los países más libres y popularmente gobernados. Los honorables representantes encontrarán oligarquías de esta clase en Inglaterra y aun en los Estados Unidos de América. A esas oligarquías que son cimientos inconmovibles del edificio social y político, solo las condenan los anarquistas y los improvisados”.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)