Dejó que el café se enfriara también. De pronto se sentía falto de fuerzas, invadido por un cansancio parecido a la tristeza, desmadejado y sin voluntad.
Aylin Guzmancompartió una citahace 8 años
sintió un hueco de horror incontrolable y una corriente helada y seca como el aliento de la muerte.