Lina Meruane

Contra los hijos (Spanish Edition)

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
Este libro no está disponible por el momento.
127 páginas impresas
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Opiniones

  • Ana Saenzcompartió su opiniónhace 10 meses
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🎯Justo en el blanco

    Qué bárbara para decir cosas tan fuertes con un desenfado y una voz tan crítica sobre cómo las mujeres logramos ciertas libertades y luego el sistema y la sociedad nos las vuelven a limitar o quitar. El título es sobre todo para explicar cómo los hijos se transforman en tiranos, mimados y caprichosos, menos responsables de lo suyo, en tanto que sus padres son sus servidores. Pone en la mesa el concepto de infancia y el tipo de educación de les infantes. Muy recomendable.

  • Yamilet Bautistacompartió su opiniónhace 5 años
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🎯Justo en el blanco

  • Nora de la Cruzcompartió su opiniónhace 5 años
    👍Me gustó
    💡He aprendido mucho

Citas

  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 5 años
    No defiendo la eliminación de ninguna vida —aunque sí estoy a favor de todas las formas imaginables de anticoncepción que no pongan en riesgo la salud de las mujeres—. Y estoy en contra de la violencia que sufren tantos niños y niñas hoy. No estoy en contra de la niñez
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 5 años
    Es una escena que no ha escaseado en novelas protagonizadas por mujeres que escriben, sobre todo en libros por narradoras-con-hijos. Evoco, por ejemplo, la devastadora escena de Los vigilantes. En ella Diamela Eltit presenta a una mujer que envía sucesivas cartas de petición al marido que la abandonó en un estado económico imposible mientras su hijo-tonto corretea alrededor, lanza objetos, gime y le babea las piernas boicoteando su esfuerzo
  • Yamilet Bautistacompartió una citahace 5 años
    Las letradas-sin-hijos que sucedieron a estas monjas se encerraron también: en vez del convento eligieron la sala de costura. A punta de plumazo, y luego a lapicera, abrieron el canon la cómica Jane Austen, la borrascosa Emily Brontë, la insondable Emily Dickinson, la cursilona Louisa May Alcott (infaltable fue su odiosa Mujercitas en nuestras listas de lectura), la irónica pero también dramática Edith Wharton, la tremenda Katherine Mansfield y la Dottie o Dorothy Parker, mujer que

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)