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José María Pérez Gay

El imperio perdido

  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    “Viena fue la capital del Imperio austrohúngaro”, escribió Stefan Zweig, “pero es más antigua que Austria, es anterior a la monarquía de los Habsburgo y existía antes de que existiese Alemania. Cuando los romanos —que como fundadores de ciudades demostraron poseer una profunda sensibilidad geográfica— fundaron la ciudad de Vindobona, no existía nada que pudiera llamarse Austria. Tácito y los demás historiadores romanos nunca hablaron de nada austriaco. Viena jamás fue una ciudad alemana”, afirma Zweig, “nuestra ciudad fue la capital de un imperio cuyas fronteras se extendían, por el oriente y el occidente, mucho más allá de Alemania; por el norte hasta Bélgica; por el sur, hasta Florencia y Venecia; incluía también a Bohemia, Hungría y los Balcanes”. Su historia nunca tuvo nada que ver con la historia del pueblo alemán, sino con la dinastía de los Habsburgo.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    El Imperio austrohúngaro sucumbió a sus propias contradicciones internas; aunque también es cierto que existían fuerzas integradoras: la movilidad de la población entre las provincias y los centros, la red de comunicaciones cada vez más amplia y la interdependencia comercial de las diferentes naciones; las minorías étnicas de la periferia que eran, muchas veces, más leales al imperio que los alemanes del centro. Hablar de la pérdida de un centro de gravedad en la Viena de los Habsburgo puede parecer otra paradoja;
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    A pesar de los progresos aparentes —el sufragio universal masculino en 1907—, el control del Estado era cada vez más centrífugo y estaba en las manos de la clase gobernante más conservadora y tradicional. E
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    Más tarde, la política liberal calificada como un avance torpe ampliará ese espacio participativo, pero nunca llegará a consolidar una base lo suficientemente fuerte como para resistir las presiones de la Iglesia, el Ejército y la burocracia. De modo que Austria también entra en la vía del capitalismo liberal.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    Imperio austrohúngaro era una mancha incomprensible: un reino extenso con innumerables nacionalidades en conflicto, un desarrollo industrial retrasado, la población rural y católica era mayoría, un gobierno autocrático y un emperador octogenario. Un sistema dual —doble monarquía— de gobierno, donde Viena y Budapest se dividían la responsabilidad.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    “La cultura del Danubio nos seduce hoy”, escribía Claudio Magris hace veinte años, “como nos seduce el rostro de una doble verdad: la nostalgia del orden y el descubrimiento del desorden”. La gran paradoja: este imperio que reunía 12 pueblos distintos no fue afectado por las corrientes más críticas de la modernidad. Me refiero a la Reforma y la Ilustración. El producto fue un Estado multinacional que descansaba en principios anacrónicos y que sobrevivía en un siglo hostil a todos ellos. La economía rural, principio y fin del Estado Habsburgo, recordaba a la Edad Media tardía. La fe católica y dinástica, el bastión contra herejes e infieles, era el mismo escudo del siglo XVII.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    La historia del futuro, que ahora es nuestro presente, empezó a escribirse en esos años. La pérdida de un centro de gravedad y la resistencia de las minorías disidentes agobiaban a otras potencias europeas
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    El café, el paisaje a escala humana y transitable, estas calles y plazas que llevan los nombres de los estadistas, científicos, artistas, escritores del pasado […] nuestra doble ascendencia en Atenas y Jerusalén y, por último, esa aprehensión de un capítulo final, de ese famoso crepúsculo hegeliano, que ensombreció la idea y la sustancia de Europa incluso en sus horas de mediodía.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    Por cultura entiendo aquí no sólo las bellas artes (literatura, música, artes plásticas) sino también, y sobre todo, ese cúmulo de costumbres, pasiones, ideales eróticos, formas de amar y odiar, de comer y beber, el deseo de intimidad y la vida pública, los disfraces y disimulos imaginativos, las conductas dominantes que impregnan y determinan una sociedad.
  • Talia Garzacompartió una citahace 23 días
    la literatura como un antídoto contra el veneno lento de la realidad.
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