Libros
Dubravka Ugrešić

Baba Yagá puso un huevo

  • Fernandocompartió una citael año pasado
    Las palabras de los diagnósticos médicos eran largas, amenazadoras y «feas»
  • Katia Escalantecompartió una citael mes pasado
    —Iván va en busca de la doncella, recorre todo ese camino, la alcanza, pero no conquista su corazón. Para lograrlo, Iván debe cruzar un mar. En la otra orilla crece un roble, encima del roble hay un arcón, y en el arcón una liebre, dentro de la liebre un pato, en el pato un huevo. Dentro de este huevo se encuentra el amor de la Zar-doncella.
    —Y ¿luego?
    —Ni siquiera eso basta. La muchacha primero debe comerse el huevo. Tan solo cuando se lo come el amor por Iván torna a su corazón…
    —Y ¿se comió el huevo?
    —Sí. Aunque gracias a un engaño.
  • AM / ABcompartió una citahace 5 meses
    Los estereotipos le proporcionaban, supongo, la sensación de que todo estaba en orden, de que el mundo seguía en el lugar de siempre, de que ella mantenía todo bajo control, de que aún tenía capacidad de decidir. Los manejaba como si fueran sellos invisibles y los estampaba por doquier dejando su huella.
  • AM / ABcompartió una citahace 5 meses
    Tal vez los diminutivos eran la saliva con la que ablandaba en la boca las palabras duras como caramelos, o tal vez con ellos simplemente compraba tiempo para una nueva palabra, para la siguiente frase.
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    ¡Adiós, estimado editor! Pronto convertiré mi lengua humana en la lengua de los pájaros. Me quedan unos pocos instantes humanos, y luego mi boca se alargará en un pico, mis dedos se trasformarán en garras, mi piel se cubrirá de brillante plumaje negro… Como señal de buena voluntad, le dejo una pluma mía. Guárdela. No para que le recuerde a mí, sino a esa espada debajo de la cabeza dormida de Baba Yagá…
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    Que dejan de inclinarse ante unos varones que tienen los ojos inyectados en sangre, que han causado la muerte de millones de personas, y siguen causándola. Ellos son los que a su paso dejan calaveras humanas, y luego la estúpida imaginación humana las cuelga en la valla de una anciana solitaria que vive en el linde de un bosque…
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    Porque para entendernos de verdad tendríamos —el hablante y el oyente, el escritor y el lector, usted y yo— que escupirnos en la boca el uno al otro, entrelazar bien nuestras lenguas y mezclar las salivas. Usted y yo, señor editor, hablamos lenguas distintas: usted solo la de los humanos, y yo la de los humanos y la de las culebras.
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    Usted pensaba que, por suerte, vivía en un mundo desritualizado y desmitologizado, donde uno puede relajarse, quitarse los zapatos, poner los pies encima de la mesa y rascarse la barriga sin temor a consecuencias desastrosas. Pero ¿tal vez el ataque lo causó otra cosa? ¿El miedo a que existan mundos paralelos, por ejemplo?
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    En un buen texto, el lector debe sentirse como un ratón dentro de una rueda de queso.
  • Katia Escalantecompartió una citael año pasado
    Los mitos antiguos (y otros) se propalaron por el mundo, se contaminaron con el cristianismo y sus mitos, con las tradiciones anteriores al cristianismo y las tradiciones mitológicas rituales del folclore, y de esta imaginación secular, laberíntica, fértil, profundamente misógina pero también catártica nació Baba Yagá.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)