Gratis
Lope de Vega

La Dorotea

  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Que todo se aprende, hija. Y no hay cosa que nos sea más fácil que engañar a los hombres, de que ellos tienen la culpa. Porque como nos han privado el estudio de las ciencias, en que pudiéramos divertir nuestros ingenios sutiles, sólo estudiamos una, que es la de engañarlos. Y como no hay más de un libro, todas le sabemos de memoria.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    CEL.— ¿Tú hiciste estos versos?

    DOR.— ¿Pues no ves cómo hablan en nombre de mujer?
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Quien tuviere en su nacimiento a Venus en la casa de Saturno, o mirare la luna vehementísimamente, tarde sanará de la enfermedad de amor.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    FER.— ¿No ves que tengo mi horóscopo en cuadrado y en oposición de Venus, y que hoy la miré a ella en el Tauro y en la Libra?
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Tan vivo está en mi alma

    De tu partida el día,

    Que vive ya mi muerte,

    No vive ya mi vida.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Viviendo, todo falta;

    Muriendo, todo sobra.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Si el amor de Dorotea ocupa el alma de don Bela, ¿dónde ha de estar la tuya?
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    FER.— Eso, Julio, ¿a qué propósito?

    JUL.— A que se dejó al reino de amor.

    FER.— ¿Quién es su reino?

    JUL.— El elemento del fuego.

    FER.— Dejóle, ¡ay de mí!, para la salamandra de mi corazón.

    JUL.— Eliano y Plinio dicen que un animal llamado perígono se engendra del fuego.

    FER.— Ese soy, Julio, que vivo y muero templando con mis lágrimas este vivo ardor que me consume.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Conozco que tienes en las venas infusa la sangre delicadísima de Dorotea, como el Marsilio platónico.
  • Ximena Pradocompartió una citahace 3 años
    Como el sol, corazón del mundo, con su circular movimiento forma la luz, y ella se difunde a las cosas inferiores, así mi corazón, con perpetuo movimiento, agitando la sangre, tales espíritus derrama a todo el sujeto, que salen como centellas a los ojos, como suspiros a la boca y amorosos concetos a la lengua
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)