«Y así, cuando todos piensan que se ha dicho todo sobre los sacerdotes, cuando el consenso repite con monótono fastidio que el cura puede omitirse, y debe omitirse, en la construcción de una sociedad auténticamente libre y humana, aparece un cura que no solo está feliz de ser cura sino que también quiere contarnos por qué. Es una voz discordante pero no de aquellas que rompen la armonía -cualquiera que ella fuese— sino de las que empiezan una nueva melodía y un ritmo nuevo. […] Lo más “discordante” de las páginas que siguen, escritas por la pluma ágil de nuestro querido Padre Leandro Bonnin, es la convicción de que el sacerdote está llamado de un modo singular a vivir el misterio de Jesucristo. Cuando las voces de nuestro tiempo tienen prisa en recluir al cristianismo en el museo de las ideas fallidas y superadas, aparece este sacerdote reportando, no solo que el Resucitado está en magnífica salud, sino que de Él provienen los mismos dones y remedios que hoy más requiere el mundo: capacidad de servicio, alegría sincera, propósito en la vida, y, lo que nadie esperaría: amor que brilla en su pureza.” Del prólogo de Fr. Nelson Medina, O.P.