Diana, verano del 53 narra la historia de Don Carlos, un aristócrata intelectual y solterón cuya vida transcurre entre sus mansiones ubicadas en Lima, su casa de verano de Chorrillos y su hacienda en Magdalena del Mar. Don Carlos se enamora de Diana, una joven muy hermosa y emparentada con el administrador de su hacienda. Don Carlos había dejado en testamento su fortuna en favor de una institución, pero luego de conocer a Diana decide cambiar su última voluntad, lo cual desencadenaría en su muerte. Es evidente que el personaje se basa en José de la Riva Agüero, cuyo homicidio es una leyenda limeña. La novela es un homenaje a Riva Agüero, destacado intelectual y benefactor de la Pontificia Universidad Católica.
Sobre Luis Enrique Tord Romero el destacado crítico literario peruano Ricardo Gonzales Vigil ha señalado que: «Además de sus méritos como poeta (de la generación del 60), periodista y ensayista, y como historiador del arte y la cultura, Luis Enrique Tord (Lima, 1942) sobresale no sólo como uno de los narradores peruanos, sino hispanoamericanos en general, más admirables y perdurables de los últimos treinta años. Con toda razón, la especialista Concepción Reverte, al estudiar la narrativa histórica en el Perú contemporáneo (en un marco hispanoamericano de gran cultivo de la novela histórica), lo considera el exponente más destacado, tanto por sus volúmenes de cuentos como por sus novelas (…).»
Por su parte, el escritor colombiano Germán Arciniegas ha señalado que «Luis Enrique Tord escribe unos cuentos con tal exactitud histórica, con documentos tan precisos, que me ha ocurrido creerle. Sus informaciones pueden entrar en una materia nueva que sería la de los capítulos que se le olvidaron a los historiadores limeños.»
Este título se suma a la novela lírica Pasiones del norte, galardonada con el Premio Julio Ramón Ribeyro.
