Libros
Donald A. Norman

La psicología de los objetos cotidianos

¿Por qué los teléfonos modernos tienen teclas que no sirven para nada? ¿Por qué no se sabe, con frecuencia, si para abrir una puerta hay que empujar, o tirar, o si se trata de una puerta deslizante? ¿Por qué es tan difícil entender un manual de instrucciones?

Con muchos ejemplos similares y en clave de humor, Donald A. Norman, uno de los psicólogos más imaginativos de las últimas décadas, analiza los problemas del diseño de los objetos que nos rodean en la vida cotidiana y el tipo de conocimiento que cada uno requiere. La obra es también una amena y lúcida lección de psicología que utiliza el diseño como excusa.
«Todos somos víctimas de la perversidad natural de los objetos inanimados. He aquí un libro que, por fin, se revuelve contra los objetos, los diseñadores, los fabricantes y el resto de los seres humanos que originan y mantienen esta perversidad.» Isaac Asimov
«Un libro entretenido y apasionante, lleno de historias sobre cómo se diseñan los objetos y sobre cómo deberían ser diseñados.» R. Shank, catedrático de Psicología de la Universidad de Yale
«Un libro lleno de encanto, de enorme importancia para todos los que vivimos en un mundo de máquinas que no sabemos manejar y manuales de instrucciones que no nos ayudan a aprender, y para aquellos que diseñan el mundo. Los psicólogos nos acusan de haber perdido el contacto con nuestros sentimientos; Norman demuestra que ni siquiera tenemos contacto con los objetos que nos rodean.» The Magazine of International Design
412 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2018
Año de publicación
2018
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Citas

  • Mariana del Carmen Sánchez Rodríguezcompartió una citael año pasado
    Los objetos bien diseñados son fáciles de interpretar y comprender. Contienen pistas visibles acerca de su funcionamiento. Los objetos mal diseñados pueden resultar difíciles de utilizar y frustrantes. No aportan pistas, o, a veces, estas son falsas. Atrapan al usuario y dificultan el proceso normal de interpretación y comprensión. Por desgracia, lo que predomina es el mal diseño. El resultado es un mundo lleno de frustraciones, de objetos que no se pueden comprender, con mecanismos que inducen al error.
  • Mariana del Carmen Sánchez Rodríguezcompartió una citael año pasado
    ¿Cómo es que puedo manejar una instalación de ordenadores que vale millones de dólares, pero no la nevera de casa?
  • Montserrat Almazán (Literalmente)compartió una citahace 2 años
    la gente se siente culpable cuando no sabe utilizar objetos sencillos, una culpabilidad que no deberían sentir ellos, sino los diseñadores y los fabricantes de los objetos.

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