Henry Miller

El coloso de Marusi

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Escrito en 1941, Henry Miller nos describe en El coloso de Marusi su viaje a la isla de Corfú para ver a su amigo Lawrence Durrell. A medio camino, como toda su literatura, entre la autobiografía y el surrealismo, las imágenes oníricas y el más crudo realismo, este libro narra su vivencia del año que pasará en Grecia y las islas del Egeo, de las amistades que hará y de la revelación de su propia vida. Bellísima y extraordinaria obra de viajes, es un descubrimiento interior y exterior, un reto para la civilización agónica de Occidente y un canto, al mejor estilo whitmaniano, a la dignidad de la tierra, a la ascensión espiritual y a la excepcional amistad de hombre como Durrell, Seferis o el incomparable Katsimbalis. Estamos, sin duda, ante un libro extraordinario, ante literatura con mayúscula.
Este libro no está disponible por el momento.
296 páginas impresas
Publicación original
2017
Año de publicación
2017
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Citas

  • Adal Cortezcompartió una citahace 3 años
    La tierra griega se abre ante mí como el Libro de las Revelaciones. Nunca había sabido yo que la Tierra contuviera tanto; había caminado con los ojos vendados, con pasos titubeantes y vacilantes; era orgulloso y arrogante y estaba satisfecho de llevar la falsa y limitada vida del hombre urbano. La luz de Grecia me abrió los ojos, penetró en mis poros, ensanchó todo mi ser. Me sentí en casa en el mundo, tras haber encontrado el verdadero centro y el significado real de la revolución. Ningún conflicto guerrero entre las naciones de la Tierra puede alterar ese equilibrio.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 3 años
    Nunca he conocido a una persona más humana que Katsimbalis. Paseando con él por las calles de Amarusion, tuve la sensación de caminar por la Tierra de una forma totalmente nueva. Ésta se volvió más íntima, más viva, más prometedora. Con frecuencia hablaba del pasado, cierto es, pero no como algo muerto y olvidado, sino como algo que llevamos dentro de nosotros, algo que fructifica el presente y hace atractivo el futuro. Hablaba de cosas pequeñas o grandes con la misma reverencia; nunca estaba demasiado ocupado para hacer una pausa y referirse a las cosas que lo emocionaban; tenía un tiempo inacabable en sus manos, lo que es, en sí, la marca de una gran alma.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 3 años
    Es bueno ser plena y sencillamente feliz; un poco mejor es saber que eres feliz, pero entender que lo eres y saber por qué y cómo, de qué forma, por qué concatenación de acontecimientos o circunstancias, y seguir siéndolo, feliz con el ser y con el conocer, eso ya supera la felicidad, eso es el éxtasis y, si tienes un poco de sensatez, deberías matarte al instante y acabar de una vez. Y así es como me sentía... excepto que no tenía la capacidad ni el valor para matarme allí mismo y en aquel preciso momento.

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