La obra analiza los cambios en la estructura territorial de la economía mexicana en el contexto del entorno económico internacional y de las políticas neoliberales implementadas por el Estado mexicano a partir del decenio de 1980, los factores que han determinado o condicionado dichos cambios y sus efectos espaciales, expresados mediante las transformaciones en los patrones de distribución territorial de las actividades económicas, y sus relaciones con la población, su estructura y su dinámica espacio-temporal. Se trata de un estudio que, desde la perspectiva geográfica, analiza los grandes procesos y transformaciones territoriales de la economía y la sociedad, derivadas de la inserción del país en la economía global y de la adopción de estrategias.