La vida dentro de estos lugares llamados Anexos, definidos como casa de
recuperación para alcohólicos y dragadictos es de escasos recursos y muy
agresiva. Son lugares donde se aplica el sistema de shock para hacer
reaccionar a los adictos ante sus sustancias, supuestas a “controlar” sus
vidas hasta que dichas sustancias toman el control. Bajo este supuesto donde
los individuos llegan a necesitar esta “ayuda” es porque ya no cuentan con
decisión propia para aceptar y dar solución a su enfermedad.
Cuando la voluntad ya no es propia, la decisión de otros toma lugar para
proteger a sus seres queridos de si mismos. A algunos les es útil el estar ahí
dentro porque saben que no quieren estar ahí, otros lo toman como pasajero, no
obstante regresando una y otra vez. Otros saben que ahí pertenecen, y
permaneceran de por vida.
Edgardo, persona exitosa, sobretodo en los menesteres terrenales: en su
profesión, con las mujeres, en sus relaciones sociales. El alto financiero
reconocido por la industria de los dineros, culto, atractivo, asertivo a la
vista de cualquiera, tiene ceguera emocional. No reconoce esa carga espiritual
no resuelta a travez de los años, llevándolo a su adicción en cualquiera de
sus formas: alcohol, drogas, sexo. Candidato ideal para viajar dentro de este
mundo sensible de los anexos, donde la negación existe, paro la fuerza de
vivir y de la liberación emocional actúan sobre esta misma negación hasta
llegar a un rompimiento. Una vez reconocido a sí mismo, encuentra una
resolución íntima. Esta es la oportunidad de escoger vida de manera
personal… Muy personal.
