El vacío

Dejar que las personas te conozcan, quererlas, es un desperdicio. Al fin y

al cabo, solo duele más cuando las pierdes.

—Trata todas las cosas malas como sueños, Kenzie. De esa manera,

sin importar cuán terroríficas u oscuras se tornen, tienes que sobrevivir

hasta despertarte.

Y la duda, decía Da, es como una corriente contra la cual tienes que

nadar.

—Solía decirme que no había sueños malos. Solo sueños. Y que

cuando decimos que son buenos o malos, les damos importancia. Sé

que eso no mejora las cosas, Mac. Sé que es fácil hablar así cuando

estamos despiertos. Pero el hecho es que los sueños nos agarran con

la guardia baja.

La obligación

arruina hasta los mejores libros.