o te sorprendas si se burlan de ti, si te critican y se ríen cuando hagas una locura. Más bien, preocúpate si no lo hacen. Los demás pueden pensar que estás loco cuando escalas un acantilado, pero la única otra opción es que piensen que es normal. ¿Quieres ser normal? ¡Tampoco yo! ¡Normal es lo último que quiero ser!
Estoy seguro de que los otros once discípulos de vez en vez hacían movimientos burlones a Pedro por hundirse al caminar en el Mar de Galilea, pero ellos nunca caminaron sobre el agua. ¿O lo hicieron? ¿Has notado cómo la mayoría de los que critican a los caminantes acuáticos lo hacen desde los cómodos confines de un bote? ¿Y muchos de los que critican a los escaladores de acantilados lo hacen desde la planicie?
Los hermanos de David lo criticaron por desafiar a Goliat, ¡pero David llegó a los titulares mientras ellos se quedaron en las sombras del anonimato! Y estoy seguro que la multitud se enojó con un recaudador de impuestos mientras trepaba un árbol para ver a Jesús; sin embargo, ninguno de ellos fue invitado a almorzar con Jesús.