—No, Gin, no lo ves, ves la forma, pero no te fijas en las aristas, en los bordes sinuosos de la pieza. Te ocurre lo mismo con las personas, no todo es blanco o negro, no todo encaja a la fuerza, siempre hay que saber mirar con más atención lo que nos rodea, observa y encontrarás la respuesta.
Cogí la pieza que tenía en la mano y busqué la forma correcta, ese pequeño detalle que hacía que, aunque iguales, cada una tuviera su sitio. Lo encontré y lancé una pequeña expresión de triunfo.