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Libros
Gueorgui Gospodínov

Las tempestálidas

  • Malena Tejedacompartió una citael año pasado
    ¿Dónde vivir, sino en los días…?
  • Rafael Ramoscompartió una citael año pasado
    No hay nada casual a día de hoy en esta avalancha de personas que han perdido la memoria… Están aquí para decirnos algo. Y, créeme, algún día, más pronto que tarde, muchos empezarán por sí solos a descender al pasado, a «perder» la memoria por propia voluntad. Se avecinan tiempos en los que cada vez más personas desearán cobijarse en la cueva del pasado, volver atrás. Y no por buenas razones, precisamente. Debemos tener preparados los refugios antiaéreos del pasado. Llámalos «cronorrefugios», si lo prefieres, o «refugios históricos»
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 4 meses
    11, amnesias colectivas y superproducción de memoria
    Cuanto más olvida una sociedad, tanto más alguien fabrica, vende y rellena con sucedáneos de memoria los nichos desocupados. La industria ligera de la memoria. Un pasado fabricado de materiales livianos, una memoria de plástico, como recién salida de una impresora 3D. Una memoria según las necesidades y la demanda. El nuevo Lego: se ofrecen distintos módulos de pasado que se acoplan con precisión en el hueco.

    Todavía existe la duda de si esto que estamos describiendo es un diagnóstico o un mecanismo económico.
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 5 meses
    Hizo una señal para que la multitud guardara silencio y comenzó con el inaugural «Respetados camarradas, querridos compañerros…». Cuatro erres en otras tantas palabras, he aquí la clave del socialismo; cuantas más erres, mejor. No es casualidad que aconsejen elegir nombres que incluyan el sonido erre para los perros. Para que entiendan que, cuando reciben una orden, es que hay que obedecer
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    «Ningún hombre es una isla, completa en sí misma; cada hombre es un pedazo del continente, una parte del todo; si el mar se lleva un trozo de tierra, Europa mengua, como si fuese un promontorio, como si fuese la casa solariega de tus amigos o la tuya. La muerte de cualquier hombre me disminuye, pues soy parte de la ­humanidad». John Donne. Meditaciones en tiempos de ­crisis.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    Nunca me han gustado los finales, no recuerdo el final de ningún libro, de ninguna película, ¿habrá un diagnóstico para eso? Desmemoria para los finales. Y qué tiene de memorable realmente un final (siempre anunciado).
    Yo recuerdo solo los inicios.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    Las novelas y relatos nos brindan una falsa pero reconfortante sensación de orden y forma. Es como si alguien moviera todos los hilos de la acción, conociera el orden y el desenlace, qué escena viene después de qué otra. El libro verdaderamente audaz, tan audaz como desolador, sería aquel en que todas las historias, las que sucedieron y las que no, flotaran en el caos primigenio a nuestro alrededor, donde aullarían y susurrarían, implorarían y reirían, se encontrarían y se perderían en la oscuridad.
    El final de una novela es como el final del mundo, conviene retrasarlo.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    Ningún tiempo te pertenece, ningún lugar es tuyo. Lo que buscas no te busca a ti, lo que sueñas no sueña contigo. Sabes que algo fue tuyo una vez, en otro lugar y en otro tiempo, por eso sigues atravesando habitaciones y días pasados. Pero si estás en el lugar apropiado, el tiempo es otro. Si estás en el tiempo apropiado, el lugar es diferente.
    Incurable.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    Acordaos de la mujer de Lot. Acordaos de Sodoma y Gomorra, del fuego que llueve desde los cielos. Y no oséis mirar atrás, esto nos recordará Lucas. Que cada uno permanezca allá donde esté. Quien se halle en el tejado de su casa, que no baje. Aquel a quien el apocalipsis sorprenda en el campo, que no lo abandone. Parecen órdenes de la policía.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 6 meses
    «Nueva, tan nueva es del comunismo la estrella, nunca hubo nada previo a ella», recitaba en tiempos el secretario local del partido en la pequeña ciudad de T.
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