Empresa y espiritualidad

Empresa y espiritualidad tienen un nexo: la felicidad que nace del conocimiento, del autoconocimiento. Si tenemos esto claro ambos ámbitos estarán unidos.

hay otro punto muy importante: la empatía o la capacidad de ponernos en el lugar de los demás. Y no solo para ponernos en el lugar de los clientes, también en el de los trabajadores y, sobre todo, en el de la gente que necesita de nuestros productos y no los tiene

También has de tener creatividad, porque todo lo que estaba escrito antes seguramente ya no tenga sentido. Las cadenas de televisión son un claro ejemplo; ahora, a través de internet, cualquier cadena puede competir con la BBC, cosa antes impensable. A quien le interese un determinado programa podrá verlo desde cualquier punto del planeta, así que cuando una televisión local hace sus programas no ha de planteárselos como programas que solo verán las personas de la comarca o del país, sino que pueden ser vistos en todo el mundo, con lo que podríamos subtitularlos, doblarlos, promocionarlos... y podríamos conseguir que un programa local tuviese una verdadera incidencia global. Y todo esto surge de la creatividad, de mirarnos desde un punto de vista desde donde no nos habíamos mirado nunca

el empresario o empresaria del nuevo paradigma ha de ser una persona abierta a la intuición

Resulta curioso ver cada vez más que la literatura empresarial está a medio camino entre la literatura económica y la espiritual y de crecimiento personal. El mundo empresarial y social deben impulsar un cambio interior y exterior a la vez.

Cuando llevas lo emprendedor en la sangre, construyes diversos negocios que funcionan con autonomía para poder crear otros nuevos.

Tener mentalidad empresarial implica ser constructores de sueños que se independizan y funcionan con éxito por sí mismos, sin nuestra presencia

Si el criterio es darlo solo a quien pueda pagarlo, volveremos al paradigma antiguo. Si se trata de darlo a quien tenga derecho para ello y lo necesite, entonces estaremos hablando del nuevo paradigma

podemos dejar de poner en el centro únicamente el beneficio económico y poner en él el bienestar de las personas porque ahora ya es posible. Eso provocará cambios positivos e inmensos en nuestra sociedad, y también en nuestro psiquismo, ayudará a nuestra evolución como especie. Precisamente ahora tenemos algunos problemas globales, como el inmenso problema ecológico, que no pueden resolverse sin una evolución ética de la humanidad, que consiste en dejar de medir el mundo desde el egoísmo del yo para poder hacerlo desde el gozo del nosotros

la situación que se generaba la llamamos meritocracia: aquel que tenga más méritos tendrá derecho a vivir, y quien no los tenga, mala suerte. Era una ley de la selva algo suavizada

más probable es que, después de montar una empresa y de disfrutar del placer de ser útil al mundo, se vuelva a tener otro sueño, otra misión que te llama. Por eso mucha gente es empresaria en serie; responden a las exigencias de su corazón y vuelven a impulsar nuevas formas de ser útiles al mundo.