Estos elementos se clasifican en muebles o inmuebles según se trasladen, o no, de un sitio a otro. El bien corporal mueble puede moverse por sí mismo, como en el caso de los animales que tienen vida propia, o empujado por una fuerza externa, como los elementos inanimados; los corporales inmuebles no gozan de esta facultad, es decir, son inamovibles.