–Por eso ahora nuestra generación organizó la fiesta de la vida adulta con todas luces encendidas, estamos demandando que alguien nos mire –dice Agus–. Es una fiesta ordenada, cada uno desde su casa, nos podemos ver siempre. Nos perseguimos todo el día, no hay respiro, nos vemos, nos escuchamos, nos escribimos y gustamos de todo, todo el tiempo, sabemos, miramos y nunca nadie dice la verdad