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Laura Restrepo

Delirio

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  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Agustina, amor mío, no te tragues las palabras que te vas a atorar, pero mi voz no le llegaba, todo lo nuestro era extrañeza y distancia, éramos dos animales agotados que no logran acercarse el uno al otro pese a estar entre la misma cueva, mientras que abajo la ciudad palpitaba en silencio, agazapada y rota, como si la hubiera quebrado el horror de esa noche y ahora esperara el inicio de la próxima andanada.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Todo se había venido abajo por una mentira, la mía, la de mis amores clandestinos con mi cuñado, y ahora mi hermana intentaba reconstruir nuestro mundo con otra mentira y dejarlo todo tal como estaba antes del remezón, su matrimonio, la buena reputación de su casa, incluso la posibilidad de mi permanencia en ella pese a todo, mentira mata mentira, dime si no es como para volverse loco.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Fíjate cómo es este mundo, princesa Agustina, a la precocidad de mi inteligencia le debo haber comprendido desde temprana edad que con los dientes amarillos, torcidos o picados no se llega a ninguna parte, y que en cambio una sonrisa perfecta como la de los niños Londoño y como la que yo mismo conseguí más tarde, era tan útil o más que una carrera universitaria.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    «Bisabuelo arriero, abuelo hacendado, hijo rentista y nieto pordiosero»
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    No insistas, McAlister, que sólo los que tienen que entender, entienden. Claro que yo me inventaba mis propios trucos desesperados de supervivencia social, como la vez que descubrí, entre la ropa guardada de mi padre, una camisa marca Lacoste, molida y descolorida a punta de uso y demasiado grande para mí, pero eso era lo de menos, nada podía empañar la gloria de mi descubrimiento y con las tijeras de las uñas me di a la tarea de desprender el lagartico aquel del logo, y de ahí en adelante me tomé el trabajo de coserlo diariamente a la camisa que me iba a poner, te ríes, reina Agustina, y yo también me río, pero no sospechas hasta qué punto el hecho de exhibir ese lagarto Lacoste en el pecho me ayudó a confiar en mí mismo y a llegar a ser el tipo que soy.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    pero él era muy consciente de la superioridad que sobre nosotros le otorgaba el dominio del inglés y se daba el lujo de dejarme con las ganas.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    derrochar desprecio como arma suprema de control;
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Marta Elena me conoce bien y sabe que por ahí no va el asunto, a ella no se le escapa el efecto subliminar y fulminante que sobre mí surten los obispos que les lavan los pies a los ancianos, los santos que les ceden su abrigo a los mendigos, las monjas que les dedican sus días a los enfermos, los que dan la vida por algo o por alguien: ese tipo de gesto excesivo o exaltado que hoy día resulta tan anacrónico.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    pero lo extraño, lo verdaderamente intrigante es que la clase a la que pertenece Agustina no sólo excluye a las otras clases sino que además se purga a sí misma, se va deshaciendo de una parte de sus propios integrantes, aquellos que por razones sutiles no acaban de cumplir con los requisitos,
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Es cosa más que sabida que entre esa gente y la mía se levanta una muralla de desprecio, dice Aguilar, pero lo extraño, lo verdaderamente intrigante es que la clase a la que pertenece Agustina no sólo excluye a las otras clases sino que además se purga a sí misma, se va deshaciendo de una parte de sus propios integrantes, aquellos que por razones sutiles no acaban de cumplir con los requisitos,
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