Si estás leyendo este libro y no eres cristiano, primero que todo, gracias por escogerlo y haber leído hasta acá. Por lo menos espero que encuentres aquí algo que te rete a pensar sobre los cristianos, sobre el cristianismo, sobre la Biblia y, en última instancia, sobre Jesús, en formas que tal vez sean diferentes a cómo has razonado hasta ahora. Espero que llegues a darte cuenta que nosotros los cristianos no creemos lo que creemos sin razón alguna.
Si ya eres cristiano, espero te ayude a comprender mejor por qué confías en la Biblia, y después te ayude a capacitarte para hablar sobre esa confianza y defenderla de las objeciones de las personas que no confían en ella. La verdad es que, al final de cuentas, a pesar de que el mundo nos acusa con frecuencia, el cristianismo no requiere que las personas hagan un “salto de fe” irracional que nos lleve a creer cosas ridículas y sin evidencia. Por el contrario, nuestro “salto de fe” real consiste en depender de Jesús para salvarnos de nuestros pecados, precisamente porque Él es eminente y completamente confiable.