Alejandra tiene pocas cosas claras en la vida. A sus veintidós años, su mayor logro es trabajar en una reconocida distribuidora de videojuegos, donde su tío es el dueño. Todo da un giro en su vida cuando un día, sin previo aviso, se encuentra de morros con el que define como el hombre de su vida. ¿El problema? Que tiene novia. Hugo tiene su vida hecha y le encanta. A sus treinta y cuatro años tiene claro que no quiere complicaciones, no quiere ataduras. Su mayor pasión son los videojuegos. Todo va conforme lo tenía calculado, hasta que la prueba del que será el videojuego estrella se pone en sus narices y trastoca su vida. Alejandra traza un plan a prueba de fallos: lo enamorará sin que él se dé cuenta… y detrás de una pantalla. Lo que no sabe es que, con su infalible plan, está intentando enamorar a la persona equivocada… ¿o tal vez no?
