Jose Engling

Ése era el primer paso para convertirse en un hombre colectivizado y carente de personalidad, pues se hacía vulnerable al ambiente que lo rodeaba.

Madrecita, confió a su diario, si no fuera por tu ayuda, hoy estaría completamente aniquilado e impaciente. Hoy, mientras los demás tenían licencia, yo tenía guardia, mañana otra vez guardia; un hambre gigantesco; la esperanza frustrada de recibir correspondencia; además, me tocaba recibir insultos de mis

Y aunque trato de superarme, me encuentro tan débil y desganado que sólo mantengo las apariencias.

Hasta ahora todavía no he cobrado ánimo. ¡Ojalá resulte ahora! ¡Quiero! Se lo debo a mi Madre y a mis compañeros congregantes”.

Es realmente difícil llevar una vida interior. Le falta la inspiración. Sin leer, es imposible tenerla. Muchos lo hacen, pero eligen historias livianas, novelas…, nada que los eleve espiritualmente.

Y aunque su vida fuese aun más difícil en el futuro, él confiaba en su poderosa ayuda. Esto le dio una fuerza invencible y gran perseverancia. Esta confianza fue para José manantial inagotable de fuerza y valor para la lucha.

María, adelante, hacia arriba, nunca hacia atrás!

El campo de batalla de su propio corazón

Tiene que pasar más tiempo todavía sin que estos grandes acontecimientos dejen en mí sus huellas? ¡No, nunca, Madre; eso te lo prome

Mater habebit curam