Y para ella los momentos más felices eran cuando, por la noche, la abuela le decía: «Ahora Heidi nos leerá un cuento», porque ya leía corrientemente y al hacerlo en voz alta, las historias le parecían aún más bellas y más emocionantes.
Adriana Rdz Matacompartió una citael mes pasado
Brígida obedeció inmediatamente porque el anciano tenía un modo de decir las cosas y de mirar, que hacían perder las ganas de contradecirle
Ana Saenzcompartió una citael año pasado
Clara tenía los gatitos en el regazo y Heidi estaba arrodillada ante ella. Ambas jugaban, encantadas, con los graciosos animalitos.
Verónica Díazcompartió una citael año pasado
Verás —dijo el abuelo—, es un efecto de los rayos del sol. Cuando el sol se pone y da las buenas noches a las montañas, les envía sus últimos y más bonitos rayos para que no lo olviden hasta el día siguiente
Betcompartió una citael año pasado
al oír hablar de comer, advirtió súbitamente que sentía hambre, porque, aparte del trozo de pan y la tacita de café muy diluido que tomara antes de salir del pueblo, no había tomado nada durante el día y el viaje había sido largo.
Betcompartió una citael año pasado
subió la escalera y vio el lecho que Heidi se había preparado. La niña había amontonado más heno en la parte de la cabecera y lo había orientado de forma que, echada, pudiera ver la ventana.
Betcompartió una citael año pasado
el armario contenía todo lo que el abuelo poseía y necesitaba para vivir.
Betcompartió una citael año pasado
Nadie ha venido a decirme a mí cómo me las había de arreglar cuando tuve que hacerme cargo de una niña de sólo un añito, y bastante tenía ya con mi madre.
Betcompartió una citael año pasado
Le traigo a la hija de Tobías y Adelaida. Creo que no la reconocerá. La última vez que la vio usted, tenía un año.
Betcompartió una citael año pasado
Su madre se llamaba Brígida, pero todo el mundo la llamaba «la cabrera» por tradición, y en cuanto a la abuela ciega todos, jóvenes y viejos, la conocían como «Abuela».