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B.M.Bower

El rancho de la U alada

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    pequeño senador se levantó de la silla y se volvió hacia Chip con mucho tacto.
    —kid Bennett, bribón, ¿no va a darme la mano? —La suya estaba extendida, a la espera
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Deje que le diga que toparse con un caballo desbocado es algo bastante desagradable, sobre todo, cuando está tan asustado como lo estaba Banjo. Un caballo en esas condiciones no da la vuelta, sigue recto y que los otros se aparten de su camino si pueden
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    ¿Saben qué hizo este joven en la primavera de hace cuatro años? Intenté cruzar el río cerca de mi casa con un pequeño bote cuando las aguas estaban crecidas. Bennett llegó y juró que un hombre con tan poco sentido común como yo debería ahogarse, cosa muy cierta, debo reconocer. Había recorrido una pequeña distancia sin ahogarme como correspondía, cuando un árbol llegó balanceándose y volcó mi bote, y kid Bennett, como lo llamábamos entonces, se adentró a caballo lo máximo que pudo, que fue mucho más de lo que era seguro para él, y me cazó con su lazo como lo hubiera hecho con un potrillo
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    No, no podía pensar nada contra la Doctorcita, hiciera lo que hiciera. No, seguro que odiaría verla decepcionada. Aunque si el tipo no hubiera venido, no sería culpa de Chip y el doctor Cecil…
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Dije que el cuadro que yo había empezado estaba acabado y los invité a todos a contemplarlo. Usted tuvo la mala suerte de dar demasiado por sentado
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    —, ¿y si ese tipo no había venido? Esa posibilidad no se le había ocurrido a Chip hasta ese momento. ¿No se pondría la Doctorcita de muy mal humor? Se lo tendría merecido, esa pequeña coqueta
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Sin embargo, hubo uno que sí pintó enseguida, aunque no lo vio nadie a excepción de Della. Era el cuadro de una delgada joven con ojos grises y un viejo sombrero de fieltro sobre la cabeza, de pie y con los dedos enredados en la crin de un caballo castaño.
    Si había dolor en la obra, si el pincel acarició la delgada figura con cariño y se demoró con melancolía sobre el rostro, nadie lo supo excepto Chip, y él había aprendido hacía mucho tiempo a guardar silencio. Había algunos pensamientos que no podía susurrar ni siquiera al oído de Silver
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Tras un minuto, entró cojeando en su habitación, trajo El botín de la victoria y lo colocó junto a La última batalla
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Tenemos un cocinero que es fantástico haciendo patatas chips de Saratoga y yo soy un fanático de ellas. Los muchachos empezaron a llamarme Saratoga Chip y luego lo dejaron en Chip
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael año pasado
    Bennett, ¿van juntos los dos? —preguntó el senador al final.
    —No lo sé. Lo pinté para la señorita Whitmore —respondió Chip con un apagado brillo en las mejillas
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