Historia de la filosofía

• Educación retribuida. La instauración de la democracia en Atenas y en otras ciudades griegas consolida el poder del pueblo y debilita el de la aristocracia. Entra en crisis la idea de que la virtud y el poder deben estar ligados al nacimiento, y se abre la posibilidad real de adquirir cualificación intelectual y política por medio de la educación.

• Cosmopolitismo. El sincero aprecio por otras formas de vida y de pensamiento hizo que los sofistas perdieran el característico apego de los griegos hacia su propia ciudad, y que fueran, de hecho, cosmopolitas, ciudadanos de la Hélade.

Se trata, en el fondo, de una amplia discusión sobre el carácter relativo de la verdad y del bien, y sobre los límites del relativismo.

Ese intercambio de ideas pone de manifiesto que lo tenido por verdadero e indiscutible puede carecer de valor en otras culturas, y surge así la crítica de la religión y de los valores tradicionales, de las formas de gobierno aristocráticas y de las instituciones públicas.

Durante el siglo V a. C. tendrán lugar en Grecia importantes transformaciones sociales, políticas y económicas. Mencionarlas nos permitirá apreciar mejor los aspectos fundamentales de la sofística:

1. Los sofistas

En su estudio del cosmos, los filósofos presocráticos no llegaron a ninguna conclusión definitiva, y este aparente fracaso llevó a dirigir el interés hacia el propio hombre, prescindiendo de la cosmología.

• Es evidente que Apolo no ha querido decir que yo sea sabio, sino que ha usado mi nombre como si hubiese puesto el siguiente ejemplo: «El más sabio de los hombres es el que reconoce, como hace Sócrates, que su sabiduría no vale nada» (Sócrates).

• Todos los discípulos echamos de menos a Sócrates, pues era el mejor en la virtud. Era piadoso y en todo obraba según el pensamiento de los dioses (Jenofonte).

• De los dioses no puedo saber si existen o si no existen, ni qué forma tienen. Son muchas las dificultades que obstaculizan tal conocimiento, como la imposibilidad de recurrir a la experiencia sensible, y la brevedad de la vida (Protágoras).

• El hombre es la medida de todas las cosas (Protágoras).