Cuarenta gotas de azufre

Ahora cubro mi cara
para no recordar
quién fui

Pienso
que de esto
tampoco
vas a enterarte

Lo cotidiano es la tragedia.
El miedo de estar
contando los días.

Esta noche
se volvió
tan oscura
que las sombras
ya no tuvieron
dónde apoyarse.

Te sueño
como alguien que no fuiste
y le agradezco al sueño
la clemencia
de distorsionarte

Los escombros
de un local vacío
me hacen pensar
en nosotros.

Me hablaron
de vos.
Lloro
como si tuviera
que sacar
una plaga
que hace nido
en mi cuerpo.
Lloro
como cuando
me contabas
de la estratósfera
y en la oscuridad
escuchábamos
gritar a las estrellas

Luz y fuerza
para no arrastrarme
por las calles que pisaste

Separo tus cosas
Me despido
de los cubiertos
de las fotos
de los discos.
Los ordeno
con la fragilidad
de lo que no volverá.
Pronto habrá que desinfectar.

Pienso
que de esto
tampoco
vas a enterarte