Este supuesto aliado se convierte muchas veces en un arma de doble filo. En nuestro intento de lograr información nos encontramos con que esta no es accesible ni fácilmente entendible para el consumidor.
¿La información está ahí? Sí, pero parcialmente. No es justificable que para entender los datos dirigidos al consumidor tengamos que adiestrarnos y formarnos de manera específica.
Actualmente, el etiquetado resalta y llama la atención sobre lo que el productor quiere. La información nutricional o los ingredientes que aparecen son anecdóticos, un mero requisito que, por norma general, se ignora,