Ana Clavel

Las violetas son flores del deseo

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  • Victor San Romancompartió una citahace 3 años
    Para que dos se condenen basta una mirada. Para que se reconozcan y se palpen, para que sepan santo y seña, para que dialoguen, acallen, vociferen en el idioma sin palabras del pecado. Para que lo compartan con ese lazo indisoluble e irrenunciable de la culpa gloriosa, la que proviene del pozo sin fondo del deseo que sólo es hambre e instinto. Una mirada sola. No hace falta más. Para perderse y —¿por qué no reconocerlo de una vez?— también para salvarse, irrevocablemente.
  • Belémcompartió una citahace 8 meses
    Tántalo, el siempre deseante, el condenado a tocar la manzana con la punta de los labios y, sin embargo, no poder devorarla.
  • Victor San Romancompartió una citahace 3 años
    “Pruébame… y de tanto amor, tu vida se teñirá de violeta”
  • Victor San Romancompartió una citahace 3 años
    ­to mensaje publicitario: “Pruébame… y de tanto amor, tu vida se teñirá de violeta
  • Victor San Romancompartió una citahace 3 años
    “Pruébame… y de tanto amor, tu vida se teñirá de violeta
  • Victor San Romancompartió una citahace 3 años
    “Perverso” es aquello que lastimándonos no nos permite apartar la mirada. Remueve las tinieblas acalladas en nuestro interior y nos despierta apetitos urgentes e innombrados: sombras al acecho con una sed irrevocable de encarnar.

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